La formación y el aprendizaje de técnicas es uno de los principales objetivos que han de marcarse en una academia de estética en Albacete, pero tan importante como conocer las últimas novedades y saber ponerlas en práctica es saber cómo comportarse con el cliente, una de las cualidades que todo buen peluquero/a o estilista debe tener.

De eso queremos hablar en el día de hoy en el Centro de formación Virgen de los Llanos- Moliné, de las cualidades que caracterizan a los buenos de los malos peluqueros, un profesional que, en primer lugar, debe respetar las decisiones del cliente. Una cosa es tratar de aconsejar si el cliente lo solicita, pero no dejarse llevar por la vena artística y poner en práctica una idea demasiado atrevida que le deje descontento. Si el cliente quiere repetir el mismo peinado o corte de pelo durante años es algo que se debe respetar, estemos o no de acuerdo con ello.

Un buen estilista sabe de su sector y conoce perfectamente todas las técnicas, incluso las más novedosas, mientras que alguien que no ha pasado por la academia de estética en Albacete quizá esquive preguntas sobre el sector de la peluquería, síntoma de que no es un buen profesional.

Como tampoco lo es un peluquero que no empatice con sus clientes. No se trata de hacerse amigo del alma, pero sí dar conversación si el cliente está receptivo, así como saber cuando al cliente le apetece más estar callado. No obstante, el diálogo nunca debe entorpecer la labor del peluquero, un error muy frecuente. Por último, da muy mala imagen tratar de vender productos del salón de belleza a toda costa y, por supuesto, ser rápido y eficaz, con un precio ajusta es clave para ser un buen peluquero/a.